
Me paro frente al quiosco. Busco entre todas las revistas que me atacan con sus atrayentes portadas. Miro el ocurrente fotomontaje de la
Quo, el interesante y redundante titular de
Muy interesante, la nueva recomendación de
Qué leer, el nuevo destino de
Viajar, la nueva chica de
Interviú, y el viaje retrospectivo en multidifusión de
Dirigido por. No encuentro mi
Fotogramas por ninguna parte, pero me divierte pensar en todo lo que se esconde bajo esas portadas, aunque lo que de verdad me fascina es qué DVD's habrán traído las nuevas colecciones. Lo mejor de Hitchcock, lo mejor del western o lo mejor del destape. Veo gente leyendo allí mismo
El jueves y mirando de reojo los DVD's eróticos que cuelgan de la parte derecha. Echo de menos los vídeos, pero comprendo todo lo bueno que ha traído el DVD aunque me mantengo reticente ante el Blue-ray: espero no usarlo nunca. Pero mi misión es encontrar
Fotogramas, porque tampoco está entre las revistas para adolescentes hormonados como
Loka,
Superpop, o
Cinemanía. Porque la
Megatrix hace mucho que dejó de llegar. Los periódicos no me llaman, pero también están ahí, asomando desde la parte baja del quiosco. Le pregunto por fin a mi aliado al otro lado del mostrador, que ordena cauteloso los paquetes de tabaco:
¿ha llegado la nueva Fotogramas? A lo que responde un maravilloso:
sí, me acaba de llegar. Esta sensación y toda la que la precede es única, y por eso odio eso de las suscripciones. Rompen todo el encanto.
2 comentarios:
Otra de las cosas inmejorables que tiene ese momento es abrir la revista y dejarte contagiar por su olor a publicación nueva.
A mí me pasa con los libros =)
Tú te pierdes lo de los blue rays...el formato que apoya el porno es el que gana, y el blue ray...mmm...eróticos ejemplares de kiosco
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