En estos tiempos de Navidad, Lotería y ansias por ganar y gastar dinero, recordemos una canción de mis admirados Petersellers para sentar un poco la cabeza, bajar los pies a la Tierra, y disfrutar de lo que tenemos y no de lo que querríamos tener.
Préstame atención, abre bien la orejaNo quiero un chalet en La MoralejaNo quiero un Ferrari ni un MaseratiPrefiero una bici, que el consumo es gratisNo quiero que me toque, que me toque el GordoNo quiero que me toque, que me toque el GordoNo quiero caviar en el desayunoPrefiero comer callos y pinchos morunosNo quiero ir al Casino de MontecarloPrefiero ir al Bingo, que es más baratoNo quiero que me toque, que me toque el GordoNo quiero que me toque, que me toque el GordoNo quiero diamantes ni rubíesPrefiero estar en bolas en las islas CíesNo tengo linaje ni abolengo¡Más cara que espalda es lo que tengo!No quiero que me toque, que me toque el GordoNo quiero que me toque, que me toque el GordoDólares, libras, euros, libras esterlinas, escudosyenes, pesetas, duros, euros, euros, noeuros, euros, no, noNo quiero que me toque la LoteríaNo quiero que el dinero arruine mi vidaLos juegos de azar siempre tienen tongo¡Yo meriendo niños de San Ildefonso!No quiero que me toque, que me toque el GordoNo quiero que me toque, que me toque el Gordo
Y recordad, para que os toque todo lo que habéis apostado, sólo hay una estrategia segura: no apostar nada.
1 comentario:
¿Están ricos los niños de San Ildefonso? Si te sobra algún trozo, tengo salsa para untar.
Publicar un comentario