Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Y estuvo toda la tarde dándose cabezazos contra la ventana.
martes, 11 de noviembre de 2008
MICRORRELATOS CLÁSICOS (II). La verdad está ahí fuera
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microrrelatos
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2 comentarios:
¡Las moscas gordas y verdes no son monstruosas!
Si ya duele golpearse contra un cristal teniendo únicamente dos ojos...no imagino su dolor
"Lo peor fue lo de la cucaracha.."
"No...todo el libro es una mierda"
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