martes, 14 de octubre de 2008

DIARIO DE SITGES: Día 9: Una maravillosa historia de amor a los 12 años

He perdido la cuenta de las veces que he dicho: "es una de las mejores historias de amor que he visto en el cine", pero me vienen a la cabeza Los amantes del círculo polar, Amanecer o El apartamento entre otras, para poner un ejemplo de verdaderas historias de amor, no pasteladas para quinceañeras de llanto fácil. Pues bien, a esta lista debo añadir Let the right one in, una historia de amor entre una vampiresa y un niño de doce años. La premisa ya es, de por sí, magnífica, y más aún cuando las interpretaciones son portentosas y el guión excepcional.


Cuando Hitchcock dijo que nunca rodaría con niños es porque no coincidió en época con estos dos. La dulzura e inocencia los vuelve entrañables, y la historia es extraordinaria con dosis perfectas de romanticismo, violencia, terror y drama. El ritmo no es ni lento ni rápido, es el adecuado para una historia con estas características. Si fuera más lento correría el riesgo de ir perdiendo al espectador poco a poco, y si fuera más rápido podría perder el sabor a poesía que deja en el cuerpo después de verla. La presentación del problema de la niña se hace en el momento adecuado, la historia del responsable de ésta es necesaria, y el poco protagonismo que se les da a los padres de los niños alimenta la sensación de una precoz madurez en los mismos que dota a su historia de un sano romanticismo que no podría tener ni de lejos una relación entre adultos. Y lo mejor es que este precioso poema está basado en un libro, el cual estará pronto en mis manos.


Las otras películas del día, que se quedan en nada comparadas con la obra maestra de Tomas Alfredson, fueron Dead Space, un anuncio en forma de película, que como película es muy normalita sin nada a destacar, pero que como instrumento publicitario es toda una maestría, añadiendo al largometraje toda la campaña que se vivió en las puertas del Auditori. Después vino Donkey Punch, una gran mierda sobre yanquis que se van a follar a un yate en Mallorca en la que primero se llevan muy bien y luego a matar, literalmente. Y ya está, gustará a todos los que quieran ver cuerpazos desnudos y poco más.


Después vino Anamorph, un Seven malo, muy malo, que aburre hasta la saciedad, con la que aprendes algunas pocas curiosidades sobre algunos pocos cuadros. Y ya en la noche, Prime Time, un experimento español mezcla de Cube y La cámara secreta, donde en una especie de Gran Hermano los concursantes tienen que votarse unos a otros para saber quiénes vivirán y quiénes no. Un apunte: todos los concursantes tienen un secreto que quieren ocultar. Un guión muy malo, con interpretaciones muy malas (salvó, quizá, la imponente Ana Álvarez), pero que llega a entretener... y hay gente que no le pide mucho más a una película.

1 comentario:

Trevor Reznik dijo...

Jajaja! Muy bueno el vídeo del gay león! Os echamos de menos cabroneeeeees! Qué nostalgia!